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¿Te ha pasado alguna vez que te has levantado agotada, que no podías con tu alma y que solo pensabas en que llegara la noche para acostarte otra vez?

Lo idóneo es que durmamos diariamente siete u ocho horas. Aunque hay personas que necesitan más horas de descanso que otras.

Cuando no duermes bien estás agotada, no rindes igual que si hubieses descansado, y:

  • No tienes la misma concentración
  • Te es difícil controlar ciertos impulsos como comer, de tomar cosas dulces o de fumar
  • Puede que tengas más ansiedad o que estés deprimida
  • El sistema inmunológico se debilita
  • No tienes los mismos reflejos
  • Puedes tener déficit de memoria

¿Cómo puedes solucionarlo?

Durmiendo bien y descansando las horas que es idóneo para ti descansar

En este artículo te voy a dar…

Siete consejos para que duermas bien

Más abajo puedes leerlos pero…

¿Quieres ver el vídeo? ¡¡Dale al Play!!

1.- Tu colchón y tu almohada

Es una muy buena idea que te fijes en el lujar que descansas cada noche.

Compramos un colchón y nos pensamos que tiene que durar toda la vida, y después de diez ó quince años sigues sin cambiarlo, y con el tiempo se “desgastan” y no descansamos igual.

Un colchón suele durar como máximo diez años, depende del fabricante y el tipo de materiales que se utilicen. Los mismos fabricantes suelen indicarte el momento en el que deberías cambiarlo, y también la garantía.

Un colchón tiene que ser una superficie cómoda en la que tu cuerpo pueda descansar bien. Que tu cuerpo repose de forma que la columna esté completamente recta y que no se produzcan tensiones en ninguna parte de nuestro cuerpo. De forma que podamos “dejarlo caer” en la superficie en la que descanses.

Respecto a si debe ser más duro o más blando depende de ti, que sea cómodo para tu descanso. Hay personas a las que les gusta descansar en superficies más duras, y otras en cambio que prefieren superficies más blandas. Sin embargo siempre hay un intermedio, ni muy duro, ni muy blando.

La almohada debería tener también una altura idónea para que tu columna esté recta cuando te acuestes y que la cabeza descanse en ella. Ya que si es muy alta o muy baja el cuello y las cervicales sufrirán, así como el resto de la columna y también del cuerpo.

2.- La comida y la bebida

Vigila lo que comes y lo que bebes en las cenas, antes de irte a dormir.

Es aconsejable cenar bastante antes de irnos a dormir, como mínimo una hora y media o dos horas antes.

Cuida que las comidas no sean copiosas ni que bebas mucho. Lo ideal es que te vayas a la cama, te duermas y no te despiertes hasta que te tengas que levantar por la mañana, sin haber interrumpido tu descanso.

Es aconsejable que evites: hidratos de carbono, grasas, fritos, dulces y azúcares. Ya que aunque por la noche se produce la regeneración celular no se necesita tanta energía y el cuerpo la almacena en forma de grasas. Y al ser alimentos más pesados de digerir puede costarte dormir.

Por la noche también se produce el intercambio de información entre el consciente y el inconsciente, durante la fase de sueño profundo (REM), y esa fase de sueño se da cuando puedes descansar bien y las horas que necesites.

Evita el chocolate, el café y el alcohol.

El alcohol, aunque produce somnolencia, evita que entremos en sueño profundo y que descansemos correctamente. Y según lo que hayas bebido, en cuanto te vas a dormir no puedes conciliar el sueño. Y si has comido y bebido abundantemente o alimentos pesados, entonces tienes esa comida dando vueltas en el estómago toda la noche, y te despiertas porque tienes ardor de estómago, o a beber agua, al lavabo… y así es imposible descansar bien.

Los alimentos como el chocolate y el café son enemigos de un buen descanso, ya que contienen sustancias estimulantes.

El café empieza a producir sus efectos en el organismo unas seis ó siete horas después de que lo hayamos tomado. Por eso hay personas que dicen que si toman café después de las siete de la tarde ya no duermen.

Además es curioso que con el café tenemos un anclaje. ¿Has escuchado alguna vez esta frase? “Yo hasta que no me tomo el café no me despierto o no me espabilo o no funciono”. Yo recuerdo que cuando empecé a trabajar había muchas personas que a primera hora, al llegar a la oficina, lo primero que hacían era tomarse un café. Pues esa es una creencia muy extendida, y es que en cuanto tomamos el café verdaderamente creemos que nos despertamos o nos espabilamos, y verdaderamente ni siquiera ha llegado todavía al estómago. Ya puedes ver que esa creencia no es correcta.

El chocolate también tiene sustancias estimulantes, aunque en menor cantidad, sin embargo pueden interferir también en tu sueño.

Recuerdo cuando era jovencita que en una ocasión mis padres se fueron al cine y nos dejaron a mi hermano y a mi solos en casa, con pizza y coca-cola para cenar, ¡que contentos estábamos! Imagínate, solos y con esa cena. Pues debí de beber demasiada coca-cola, que luego el corazón me latía súper rápido y no fui capaz de dormir en toda la noche. Fíjate que todavía lo recuerdo.

En España tenemos un dicho: Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. Quiere decir que la mejor y mayor comida del día debería ser el desayuno, y la menor, la cena.

3.- El orden en la habitación

Es importante tener ordenada la casa, ya tenemos la sensación de que están las cosas hechas, de que no tenemos nada por hacer.

Y es especialmente importante el orden en la habitación, ya que ese orden nos genera tranquilidad, que es muy importante para que podamos conciliar el sueño. Puertas de los muebles cerradas y cajones también. Que no aparezcan cosas amontonadas, que esté todo ordenado y en su sitio.

Mi madre siempre decía que no podía dormir con las puertas de los armarios abiertas, ya que le parecía que tenía que ordenar y limpiar esa zona. Y si las tenia cerradas ella sentía que estaba ya todo hecho, todo listo, en orden.

Al final del artículo te dejo un enlace a una meditación para dormir que puede serte útil.

4.- Ni frio ni calor

Todos tenemos un rango de temperatura en el que dormimos bien, y si salimos de ese rango nos despertamos con frio o con calor.

Te aconsejo que tengas un termómetro en la habitación para puedas descubrir cuál es tu temperatura ideal para descansar. Ya que así puedes ajustar la calefacción o sino poner el aire acondicionado para refrescar la estancia o bien un ventilador.

¿Te ha pasado alguna vez que después de un rato de estar en la cama te despiertas para ponerte algo encima?

A veces llegamos a la habitación a dormir después de realizar alguna actividad y parece que tenemos calor, sin embargo si te fijas en la temperatura, puede que la habitación esté a tu temperatura idónea particular.

No te aconsejo que tengas puesto toda la noche ni el aire acondicionado ni el ventilador. Ya que cuando descansamos, al estar quietos nuestro cuerpo se va enfriando, y si tienes puesto alguno de estos aparatos puede que cojas frio. Aparte de que el ruido puede despertarte.

5.- Dispositivos electrónicos

Saca de tu habitación teléfonos móviles, tabletas, ordenadores, ebooks, televisión y todos aquellos dispositivos que tengan pantallas retroiluminadas. Por dos razones:

La primera razón, es que el cerebro recibe la luz de las pantallas y la forma en la que traduce esa información es: “¡Es de día!”, porque hay luz, la secreción de melatonina es menor de la que debe ser durante la noche, y por tanto la melatonina que hay en tu sangre también es menor y no te quedas dormida.

También tienes que poner atención en esos dispositivos, por lo que es aconsejable que media hora antes de ir a dormir no los utilices, e incluso disminuyas la intensidad de la iluminación de tu hogar, para que todo tu cuerpo se ponga en “modo nocturno”.

La segunda razón es que los aparatos electrónicos emiten ondas electromagnéticas que interfieren en nuestro sistema energético y no nos permiten un buen descanso.

Deberías también apagar el router y la wi-fi durante la noche. Date cuenta de que en las ciudades nos influyen las wi-fi de nuestros vecinos de encima, de debajo, de los lados y también en diagonal, por lo que tenemos exceso de contaminación electromagnética.

También pueden influir en nuestro descanso las instalaciones eléctricas mal hechas que tengamos en las cabeceras de nuestras camas y otros aparatos eléctricos que no funcionen bien.

Mi móvil duerme siempre en el despacho o en el comedor y para despertarme utilizo un despertador digital. Ya que el ruido de los despertadores analógicos me impide quedarme dormida.

6.- Ruidos desagradables

Te comentaba antes que a mi no me dejan dormir los relojes analógicos, el tic-tac me molesta muchísimo. Así que en mi mesita de noche hay un despertador digital.

A mi me molesta muchísimo el ruido del tráfico, sobre todo en verano que muchas veces tienes que abrir la ventana porque en casa hace calor. O también puedes tener ruido si tu ventana da a alguna terraza de restaurantes o cafeterías, que suelen estar muy concurridas sobre todo en verano. En estos casos yo utilizo tapones y te los aconsejo a ti, porque si no te pones nerviosa por impotencia, porque sientes que te faltan al respeto porque esas personas ríen y hacen ruido a altas horas de la noche….

Y si tu ventana está cerca de una plaza donde realicen conciertos entonces “TAPONES” ni lo dudes un segundo. Tu sistema nervioso te lo agradecerá, aunque puede que sea un poco molesto acostumbrarse a ellos, ya que pueden generar sensación de inseguridad al no escuchar los sonidos de tu entorno más cercano. Usa tapones y dormirás… aunque luego te los quites a las cinco de la mañana, como he hecho yo en muchas ocasiones.

Evita ruidos molestos dentro de la habitación, y cuida también las melodías de los despertadores, que sean tranquilas y a ser posible progresivas, así no te asustarán y te levantarás en calma. De esa forma tu día transcurrirá tranquilo, de forma diferente que si te despiertas sobresaltada, entonces ya estás de mal humor durante todo el día.

7.- Mascotas

Yo tengo perro, y lo quiero muchísimo, pero al principio de tenerlo me despertaba cuando entraba en la habitación, luego ya me fui acostumbrando, aunque ahora alguna vez también me despierta.

Yo no dejo que mi perro suba a la cama, y no porque esté sucio, ya me cuido yo de que esté limpito, sino porque si se suben a la cama ellos están muy a gusto y se estiran cuan largos son, de forma que tu acabas en un rincón encogida y con una postura incómoda.

Si tienes perros ya sabes que si beben de noche se les puede oír desde el otro extremo de la casa, y si se sacuden ya sabes el ruido que hacen.

Así que si tienes mascotas puedes ponerles un cojín cerca de tu cama, para que puedan estar cómodas y no te despierten dentro de lo posible.

Espero y deseo que este artículo te haya sido de utilidad.

Si te ha gustado compártelo con quien tu quieras!

Un abrazo!!

Amalia

P.D. Aquí tienes la Meditación para Dormir.